Yo quiero, yo puedo - FEMSA
Artículos

Yo quiero, yo puedo

FEMSA

Por: Elena Gámez García, Gerente Regional de OXXO Zona Pacífico Sur.

 

 

Tenía 27 años cuando me embaracé por primera vez. En ese momento, me encontraba avanzando, con pasos cortos pero firmes, en la construcción de mi carrera profesional dentro de la operación de las tiendas OXXO, un área que, aunque históricamente considerada como masculina, siempre me ha apasionado.

 

Cuando me supe embarazada, mi primer pensamiento fue cómo lograr que mi nueva condición no resultara un impedimento para seguir creciendo dentro de la compañía. Recuerdo que trataba de arreglarme más de lo habitual, verme más peinada y presentarme siempre impecable… un intento por demostrarme a mí y a los demás, que mi nivel ejecutivo no bajaría a consecuencia de mi próxima maternidad.

 

Estar rodeada de hombres me hacía cuestionarme si mi juventud, o el simple hecho de ser mujer, representaban riesgos u oportunidades, y por ello, consciente y calculadamente, trataba de ser más productiva y propositiva.

 

Nadie llegó a decirme nunca “Elena, estás embarazada y ya no vas a rendir igual”, quizá era algo que existía sólo en mi cabeza, pero que estoy segura también ha pasado por la cabeza de muchas otras mujeres en la misma situación.

 

¿Por qué? Porque los estereotipos y sesgos aún existen en nuestra sociedad, y nos hacen dudar de quiénes somos y de lo que podemos lograr; pero que, bien dirigidos, también nos llevan a trabajar arduamente y demostrar nuestro verdadero valor.

 

Yo he tenido la fortuna de haber estado siempre rodeada de hombres que confiaron en mi talento, lo vieron, lo reconocieron y lo antepusieron a cualquier otra característica o sesgo; recuerdo que cuando se abrió una vacante para Gerente de Operaciones de mi zona, recibí la oferta para ocupar la posición, sin largos procesos de selección ni entrevistas, simplemente basada en mi determinación, mi esfuerzo y resultados.

 

Fue así como me convertí en la primera mujer en la zona noroeste en ocupar un puesto de ese nivel. Me sentí muy afortunada y agradecida, pero sobre todo muy feliz de pertenecer a una compañía que está avanzando, que me vio… que nos vio a todas las mujeres.

 

Yo entré a trabajar a OXXO hace 16 años, y realmente puedo decir que fue el mejor lugar que pude encontrar para escribir mi historia, tanto profesional como personal.

 

En lo profesional, comencé como Abasto, es decir, parte del equipo responsable de surtir las tiendas OXXO; desde ese momento pude darme cuenta de que no importa el nivel jerárquico que ocupes en la organización, mis ideas contaban igual que las de cualquiera, y eso me empoderó y motivó a querer más.

 

Más adelante tuve a mi cargo la implementación de andatti y Despliegues-Procesos  en mi plaza, experiencia que me da las tablas para continuar creciendo y hacer realidad mi sueño de entrar a trabajar directo en la operación y poder conocer cómo funciona el negocio, no sólo desde la estrategia sino realmente vivirla.

 

Sin embargo, además del desarrollo profesional, necesitaba algo más. Soy  decidida, y desde muy joven tenía claro que no  sólo quería trabajar, sino también casarme, ser mamá y hacer otras cosas que alimentaran mi alma.  En OXXO encontré el equilibrio que siempre busqué. A la par de mi profesión, tuve la fortuna de casarme con Juan Carlos, y juntos, ver nacer, educar y guiar a 3 pequeñas mujeres, Helenita de 12 años, María Paula de 6, y Regina de 4.

 

Hoy, como gerente regional de OXXO Zona Pacífico Sur, tengo a mi cargo cerca de 1000 tiendas, para lo cual, con el apoyo incondicional de mi esposo y la gran ilusión de mis hijas, recientemente nos mudamos de Los Mochis a Culiacán.

 

No me cabe duda de que he sido muy privilegiada, y por eso creo que parte de mi responsabilidad es seguir desarrollando a las mujeres, las de mi equipo y las de mi familia; seguir pavimentando el camino para que puedan llegar más lejos, más rápido.

 

A todas las personas en puestos de liderazgo: tenemos la responsabilidad de generar las condiciones para que las mujeres puedan atreverse a ir por más. El talento ahí está, ¡no podemos desperdiciarlo! Hay que seguir generando contexto donde hombres y mujeres florezcan por igual.

 

A ti, mujer: confía en ti, en tu labor, en tu capacidad, en esa sensibilidad que te hace única. Claro que existen estereotipos, y si llegan a ser un obstáculo, trabaja para derribarlos. Hay que levantar la mano, hay que decir, yo quiero, yo puedo.

 

Ser mujer no debe ser una limitante para cumplir tus sueños. Tu familia tampoco, al contrario, ellos serán la inspiración y la fuerza en cualquier viaje que decidas emprender.

 

Siéntete orgullosa, toma riesgos, rompe moldes.

 

Si tú quieres, ¡yo sé que puedes!