Mi inspiración: trascender y abrir caminos - FEMSA
Artículos

Mi inspiración: trascender y abrir caminos

FEMSA

Por: Marcela Vega, directora de Administración y Finanzas de Digital@FEMSA.

 

 

¿Va a regresar a trabajar después de que tenga a su hijo?, ¿seguirá trabajando después de que se case?, son cuestionamientos que rara vez se hace la gente refiriéndose a hombres. Cuestionamientos que, no obstante, nos hacemos nosotras mismas.

 

Desde antes de que yo naciera, mi vida ya estaba ligada a FEMSA; mis papás se conocieron aquí y mi papá logró formar una exitosa trayectoria de 38 años en el grupo.

 

Soy la segunda de cuatro hermanos, de una familia muy unida en donde nos hemos apoyado siempre. Fui una niña muy intrépida, traviesa e independiente, nada me gustaba más que sentirme retada. Mis padres nos recordaban frecuentemente que, en ese momento, nuestra única responsabilidad era aprender y sacar buenas calificaciones y así lo hicimos.

 

A medida que fui creciendo, también lo hizo mi espíritu, ambiciones y metas; procurando dar siempre lo mejor de mí y aprender de mis errores.

 

Cuando tenía que escoger mi profesión, recuerdo que mi papá me dijo, “lo que sea que decidas ser, asegúrate de tratar de ser siempre la mejor” … y eso siempre me marcó. Desde pequeña me gustaron los números, por lo que fue muy natural para mí elegir la Licenciatura de Contador Público y Finanzas.

 

Cuando inicié mi carrera en FEMSA, hace 16 años, el mundo de las finanzas estaba, en su mayoría, ocupado por hombres. Sin embargo, tuve la dicha de que mi primera jefa fuera una mujer. Y no sólo eso, una excelente líder que estaba por comenzar su licencia por maternidad, lo que me hizo ver que yo también podría hacerlo cuando llegara el momento. Ver a mujeres en posiciones de liderazgo siempre ha despertado en mí las ganas de aprender y seguir creciendo.

 

Los planes siempre han sido una constante en mi vida. Me gusta tener bien definido el siguiente paso y hacer todo lo que esté a mi alcance para que pueda darse; pero la verdad, en cuestiones como la maternidad, uno no sabe si lo va a lograr o no hasta que lo vive.

 

Obtuve mi primera gerencia en FEMSA a los 29 años, con seis meses de embarazo de mi primer hijo. Mi plan siempre había sido ser mamá y seguir adelante con mi carrera, pero recuerdo perfectamente el 8 de junio del 2015, cuando llegó el momento de despedirme por primera vez de mi bebé de apenas 3 meses, para regresar a trabajar. Fue muy difícil, confieso que muchas cosas pasaron por mi cabeza, pero decidí intentarlo. Sin embargo, admiro mucho a las mujeres que han tomado la decisión de quedarse en casa para ser mamás de tiempo completo. Es muy válido decir “me quiero quedar a vivir esto”. Mi mamá así lo hizo y siempre le estaré agradecida por todo lo que hizo por mis hermanos y por mí.

 

No hay una decisión correcta más que aquella que pueda darte paz.

 

Yo me di la oportunidad de intentarlo y puse todo de mí para que funcionara. Tuve una gran red de apoyo, en casa y en el trabajo, mi familia incondicionalmente cerca y listos para ayudar siempre que era necesario. Eso resultó en la combinación ganadora. Hay quienes no tienen todo esto y tienen que renunciar a su vida profesional.

 

Por ello la importancia de que las empresas cuenten con esquemas que favorezcan o permitan un balance entre vida personal y carrera profesional, con condiciones laborales que, como mujeres y mamás, necesitamos para intentarlo. De lo contrario, más mujeres se seguirán encontrando ante la difícil decisión de abandonar o continuar su carrera profesional.

 

Hace tiempo escuche una frase que me encantó, “nunca sería la misma mamá si estuviera 100% dedicada a mis hijos, como tampoco sería la misma profesionista si no fuera mamá”. Y sí, seguramente lo podría hacer diferente, pero trato de dar lo mejor de mí en ambos roles, hasta donde alcanzan mi cuerpo, mente y corazón.

 

Me considero una mujer ambiciosa que siempre está pensando “¿qué sigue?”, pero hoy por hoy me siento satisfecha y agradecida con lo que tengo: salud, una familia que adoro y me adora, un trabajo que disfruto y me apasiona y buenos amigos. Todos tenemos una percepción diferente del éxito, pero para mí es este momento, porque tengo lo que necesito y me hace feliz.

 

Yo estoy consciente de que, si hago un buen papel como mamá ejecutiva, puedo dar fuerza a muchas más mujeres que necesitan saber que sí se puede, y eso me motiva el doble.

 

A veces a las primeras nos toca romper paradigmas y abrir caminos, demostrar que podemos estar en las mismas charlas que hombres, ir a los mismos viajes, y ocupar los mismos puestos.  Por eso, cada que me encuentro frente a un reto relacionado a esto, más que asustarme o intimidarme, me da la fuerza para trabajar más duro.

 

Hoy, con dos hijos y mi rol en Digital@FEMSA, vivo constantemente inspirada por trascender. Pero no por el simple hecho de ser reconocida por algo en particular, sino por la motivación de poder impulsar a que otras personas logren sus sueños y generar más oportunidades.

 

Por ello, en Digital@FEMSA apostamos por ser una empresa totalmente flexible y reafirmamos nuestro compromiso como organización de contribuir en la diversidad, equidad e inclusión.

 

Sabemos que talento hay en donde sea y la flexibilidad nos hace más ricos en conocimiento y experiencia.

 

Hay mucho trabajo por hacer, pero hoy, estamos haciendo las cosas diferentes, vamos por el camino correcto y tenemos claro a dónde queremos llegar.

 

Cuando me pregunta mi hija porqué en algunas de mis videoconferencias solo hay compañeros varones, me inspira poderle responder: “mami está trabajando para que el día que tú estés ahí, haya más mujeres”. Para mí, eso será trascender.