Por: Javier Jesús García Silva, Coordinador de Cultura, Comunicación y RS en OXXO México.
No es casualidad que yo haya “salido del clóset” en un mes de junio. El ver tantas detonaciones de colores, te invita a pensar: “Oye, yo también ya quiero ser yo”.
“Salir de clóset” es una frase que no me gusta, porque creo que justo una de nuestras metas es que nadie tenga que salir de ningún escondite, porque nadie tendría por qué ocultarse. Es tan simple como verlo como lo que es: un derecho humano.
Recuerdo perfectamente la reacción de mi primera jefa en OXXO el día que decidí abrirme con ella en este sentido.
Era el 2017 y nos encontrábamos en medio de un ritual de cultura (una de las prácticas que más me gustan de esta empresa), cuando decidí contarle que estaba saliendo con alguien. Al decirle, “no es ella, es él”, su reacción fue darme un abrazo. Eso significó el mundo para mí. Eso, y el hecho de que tanto ella como todo el equipo me demostraran, con hechos, que esa declaración no cambiaría nada. Yo seguía siendo esa misma persona entusiasta y apasionada por mi trabajo, y quizá ahora aún más.
Nací hace 28 años en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en México. Tengo 3 hermanos y junto a mis padres formamos una familia muy unida. Mi novio se llama Marcelo, nos conocimos en pandemia y desde entonces hemos hecho una sinergia y conexión muy bonita. Ambos estamos muy orgullosos de estar en una relación sana, y de tener el privilegio de compartirla no sólo entre nosotros y nuestros amigos sino, como debe de ser, también con nuestras familias. Serán los sesgos, prejuicios, falta de información, pero lamentablemente no todas las personas tienen la oportunidad de vivir su relación de una manera tan feliz y abierta.
Ambos tenemos sobrinos, niños a los que amamos profundamente y por quienes trabajamos todos los días para dejarles un mundo mejor y más inclusivo; siento tranquilidad cuando pienso que ellos van a crecer viéndome a mí y a mi novio juntos, de una forma muy natural, sin tener que explicarles nada, sólo siendo testigos del amor en todas sus formas. Eso mismo quisiera para las nuevas generaciones, que crezcan sin esconderse, sin sesgos, sin ataduras… ¡libres!
Estudié Comunicación en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Mi primer acercamiento a FEMSA fue dos años antes de graduarme, cuando tuve la oportunidad de hacer mis prácticas en OXXO en el área de Responsabilidad Social. Para mí fue una transformación de vida gigantesca, porque ahí descubrí a lo que quería dedicarme para siempre. Un año antes de graduarme tuve la fortuna de recibir una oferta formal como Coordinador de Responsabilidad Social para FEMSA Comercio.
En el 2018 decidí probar suerte en otra empresa, crecí bastante de manera profesional y personal, conocí a grandes personas, pero estando afuera extrañé la cultura de OXXO. Por ello, cuando en febrero de este año me invitan a regresar, precisamente a una posición en el área de Cultura en OXXO, no lo dudé ni un segundo.
Lo que más me gusta de esta área, es la posibilidad que tenemos de impactar positivamente a nuestras comunidades y a nuestra gente. Y no sólo eso, me siento muy orgulloso de trabajar en OXXO, de mis líderes, de mi equipo y de tener la oportunidad de ser yo mismo; orgulloso de saber que nada tiene que ver con mi orientación sexual, sino con mi talento y con mis conocimientos.
Es cierto que hoy soy muy feliz, pero también es verdad que detrás hubo todo un proceso de aceptación, acompañado de terapia por cuatro años; me gusta mucho hablar de salud mental, creo que todos merecemos un espacio que te ayude a entenderte a ti mismo, a llevar tu día a día y acompañarte en situaciones complicadas. Al final todos tenemos temas que resolver y es importante darte el tiempo para hacerlo, porque sólo al estar bien contigo mismo, tener confianza en tu entorno, con tu familia, amigos y trabajo, es cuando logras ser una persona mucho más feliz, productiva y creativa; y esto se puede traducir también en beneficios para la empresa y también para la sociedad misma, porque en la medida en la que como comunidad nos vamos haciendo visibles, es cuando impulsas a otros a decir “yo también puedo”.
Nuestros sesgos, nos hacen pensar que somos diferentes a otros y que hay un “ellos” y no un “nosotros”; y creo que eso es a donde debemos de encaminarnos, hacia una sociedad mucho más incluyente.
La tarea es de todos, comunidad y aliados. Para mí fue bastante importante escuchar a Daniel Rodríguez Cofré, Director General de FEMSA, pronunciarse en uno de sus foros acerca de temas de diversidad, equidad e inclusión y también explicarle, fuerte y claro, a toda nuestra organización qué significaba cada uno de esos conceptos. Él decía que “la meta es que todos nos sintamos parte de la fiesta” y eso es algo que se agradece mucho porque a veces no sabemos el impacto que tienen nuestras palabras y nuestro liderazgo, tanto en nuestros equipos como en la comunidad que nos rodea.
Hoy, además de ver a nuestros directivos creando estos ambientes de confianza e inclusión, veo también grandes esfuerzos de fondo, veo tiendas OXXO pintadas de colores, veo avances enormes en nuestros procesos y prestaciones. Cuando regresé a OXXO me dijeron “Oye, si tú te casas el seguro también es para tu pareja”. Ese tipo de acciones son las que hacen la diferencia entre el decir y el realmente hacer un cambio.
Yo alzo la voz porque la representación es importante. Cuando vamos creciendo, nos vamos acercando a personas que se parecen a nosotros y entonces, automáticamente, vamos creando sesgos de todo aquello que es diferente a nosotros. En consecuencia, cuando no encajamos preferimos ocultarlo. Si a ello agregamos que no puedas verte representado en una película, en un libro, o en una empresa, lo hace aún más difícil.
Cada persona tiene sus tiempos, y el mío es hoy. Hoy quiero y debo visibilizar a esta comunidad que tanto aporta al ambiente empresarial y al mundo entero.
Hoy puedo decir con orgullo: Este soy yo.