El valor de ser padres - FEMSA
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El valor de ser padres

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Por: Eva Fernández, Gerente de Inversión Social en Primera Infancia en Fundación FEMSA.

 

 

No es casualidad que la mayoría de las terapias psicológicas arranquen con la pregunta de, ¿cómo fue tu infancia? Todos sabemos que de alguna u otra manera, nuestra infancia nos marca.

 

¿Sabías que durante estos años es cuando nos desarrollamos más rápidamente y se forma el 80% de nuestro cerebro? A esta etapa, que la mayoría de los expertos coinciden que va desde el embarazo hasta los primeros cinco años de vida, se le conoce como Primera Infancia. Pensemos en el desarrollo humano como en la construcción de un edificio; aquí es donde se asientan los cimientos, sobre los cuales se formará nuestro temperamento, se definirá en buena medida nuestra capacidad para aprender e incluso nuestra salud a lo largo de la vida.

 

Dicen por ahí que nadie nos enseña a ser padres, dicho que cobra más relevancia que nunca en estos tiempos de pandemia que nos está tocando vivir. Hoy tenemos niños estresados, con poca interacción con sus amigos, con suerte con papá o mamá trabajando desde casa, pero sin la atención que ambos quisieran o pudieran darles. Los que tienen edad de ir a la escuela tienen un año sin pisarla. Si a eso agregamos la problemática que ya conocíamos, en la que 2 de cada 3 niños en América Latina reciben disciplina violenta, no debe sorprendernos que sea también la región con mayores índices de violencia.

 

Como mamá de tres niñas pequeñas, presidenta del consejo de Enseña por México y al mismo tiempo responsable de inversión social en primera infancia en Fundación FEMSA, tengo la oportunidad de aprender todos los días sobre este tema.

 

Como sociedad, estamos lejos de dedicar la atención y los recursos necesarios que los niños y sus familias necesitan para crecer como merecen. Nos falta mucho para compartir de manera más equitativa el trabajo de crianza en casa, nos falta mucho para que todas las mamás y papás que quieran trabajar tengan la opción de dejar a sus hijos en espacios que les permitan desarrollarse. Para el momento en el que los niños comienzan la escuela, algunos llegan ya con rezagos que se vuelve casi imposible alcanzar a los niños que sí pudieron asistir a un centro de educación inicial.

 

En Fundación FEMSA trabajamos por ello; al ser una fundación corporativa, sentimos la responsabilidad de inspirar a más empresas a que conozcan la importancia de la primera infancia, a que inviertan en el tema, y juntos, veamos qué podemos hacer como sector privado para posicionar a la primera infancia en la agenda pública de América Latina.

 

Además, al ser FEMSA una empresa que da empleo a un gran número de colaboradores, trabajamos por transmitir lo que hemos aprendido a ellos y a sus familias, de forma que puedan compartir estas herramientas en sus comunidades.

 

Es nuestro deber dar a conocer que, al invertir en los niños, estamos impactando la trayectoria de crecimiento y competitividad de nuestros países.

 

Esto lo hacemos a través de coaliciones y alianzas con otras empresas, instituciones y organizaciones, participando e invirtiendo en proyectos para fortalecer las competencias socioemocionales de los papás y mamás, brindándoles guías de crianza, consejos para establecer vínculos con los niños y cómo involucrase y aprender con ellos a través del juego.

 

A veces, el día a día nos hace olvidar que los pequeños necesitan interacciones cálidas y constantes, mirarlos a los ojos, dedicarles nuestra atención y cariño. Y que no tiene que ser complicado ni durante mucho tiempo, que podemos jugar mientras se visten, mientras cocinamos o los ayudamos a bañarse.

 

Es importante también luchar por diseñar, activar y habilitar espacios públicos pensados en los niños. Los espacios públicos son clave para el desarrollo de los niños, pues les brindan oportunidades y experiencias de aprendizaje e interacción. Además, cuando hay más niños y familias en los espacios públicos, se generan externalidades positivas para toda la sociedad: se vuelven ciudades más seguras que nos benefician a todos.

 

Por ejemplo, si se habilita un parque, aceras o calles para que puedan andar carriolas, en realidad también se están habilitando para el acceso a sillas de ruedas. Es simplemente que los espacios pensados para los niños son inclusivos de toda la sociedad.

 

Eva Fernández, Gerente de Inversión Social en Primera Infancia en Fundación FEMSA

No podemos dejar de lado la importancia del sector público, por lo cual, dedicamos esfuerzos para brindar oportunidades de sensibilización y profesionalización a los funcionarios encargados de formular e implementar la política pública en los distintos niveles, para que puedan poner a la primera infancia en el centro de su política social, como base que es de la educación, de la salud y del bienestar.

 

Como sociedad tenemos mucha tarea, pero no debemos perder de vista los grandes beneficios que tendremos si priorizamos a los niños y a sus familias desde la trinchera que nos toque.

 

Lo que me motiva día a día es pensar que está en nosotros construir una sociedad más justa, donde todos los niños, sin importar su origen, puedan acceder a lograr su máximo potencial a través de un buen comienzo.