El llamado de la responsabilidad social - FEMSA
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El llamado de la responsabilidad social

FEMSA

Por Zuly Silerio Rodríguez, Gerente de Desarrollo Comunitario en FEMSA Comercio.

 

 

Soy Relacionista Internacional de profesión, por ello, cuando llegué a FEMSA hace ya 15 años, no era de extrañarse que buscara poner en práctica mis conocimientos en comercio exterior y aduanas. Y así fue por un tiempo, sin embargo, el destino me llevó a liderar un proyecto de abastecimiento sostenible, el cual me abrió las puertas de la recién inaugurada Dirección de Sostenibilidad de la empresa, cambiando así el rumbo de mi vida y mi carrera para siempre.

 

Recuerdo con cariño y nostalgia una de mis primeras asignaciones dentro de la responsabilidad social empresarial: junto al equipo de Coca-Cola FEMSA, llevamos a varios países un programa comunitario llamado “Coordenadas para Vivir”. En Colombia, trabajamos con un grupo de niñas de 15 años en situación de abandono, quienes vivían en diferentes casas hogares, carentes de atención, formación y con una oportunidad enorme de planear su vida y su carrera. A través de talleres experienciales, nuestro objetivo era dotarles herramientas y habilidades para ayudarlas a tomar mejores decisiones a lo largo de su vida, y al mismo tiempo acompañarlas un poco en su camino.

 

Al finalizar el programa, el cambio en ellas era evidente. Gracias a la autoreflexión y el autoconocimiento, mostraban una nueva forma de relacionarse, de formar lazos y grandes deseos de superación. Estos logros, aunados al agradecimiento que expresaron al tiempo que les compartimos, me llevaron a pensar: “¡esto sí funciona!” Como empresa, estamos generando un impacto positivo en la comunidad, y en lo personal, estoy en el camino correcto.

 

Actualmente, ahora en FEMSA Comercio, continúo acumulando experiencias que reafirman esta conclusión, acompañando a OXXO México e Internacional en la implementación de su Estrategia de Sostenibilidad.

 

En este camino, es fácil darse cuenta de que aún existe desconocimiento sobre la definición y alcance de la Responsabilidad Social. Está la falsa creencia de que es un deber exclusivo de las empresas, hay quienes a menudo la confunden con filantropía, y otros que incluso piensan que es una moda pasajera.

 

La realidad es, que la Responsabilidad Social es un comportamiento que debe estar presente en todos los individuos, en las familias y las comunidades, no sólo en las empresas. No son acciones filantrópicas, ni donativos o caridad. Tampoco es una estrategia de comunicación o de mercadotecnia, ni un mecanismo para tener mayor reputación. Mucho menos es una moda.

 

La Responsabilidad Social es una mentalidad, una forma de ser y de hacer las cosas. En las empresas, debe estar presente desde la estrategia y el modelo de negocio, en la oferta de productos y servicios, en los procesos y sistemas de trabajo, y en el relacionamiento con los grupos de interés. Es necesario que este concepto sea entendido e integrado a lo largo y ancho de la organización; los temas sociales tienen que formar parte y estar alineados con el core del negocio, para que dejen de ser percibidos como acciones aisladas. Tienen que estar intrínsecos en la toma de decisiones.

 

La crisis sanitaria, el cambio climático y otros retos que tenemos en el entorno, nos reafirman la necesidad e importancia de que las empresas no se enfoquen sólo en generar valor económico, sino también valor social.

 

Está claro que el objetivo económico es importante, ya que sin él, además de no haber negocio, no podrían sostenerse financieramente las inversiones sociales; sin embargo hoy en día, las nuevas regulaciones, los movimientos sociales e incluso los mismos colaboradores y consumidores, le demandan a sus empresas incrementar su responsabilidad con la comunidad y el entorno.

 

En los negocios de FEMSA Comercio creemos que es fundamental hacer alianzas estratégicas intersectoriales. Si bien, una empresa puede ser experta en un tema, la manera más efectiva para atender un problema social y realmente hacer un cambio sistémico es mediante la colaboración.

 

Un ejemplo muy claro fue el gran trabajo en equipo que hicimos con diferentes empresas ante la situación de emergencia por la pandemia: OXXO, a través de Andatti y sus centros de distribución, participamos con Fundación FEMSA en la iniciativa Contagia Solidaridad, de la mano de Soriana, Coppel, Televisa, Santander y otros más. Cada uno aportó sus diferentes expertises, recursos y capacidades, poniéndolas al servicio de la comunidad, pero con un objetivo en común y una visión compartida.

 

Otro ejemplo es el programa de Redondeo Clientes OXXO, que tiene más de 18 años colaborando con otras organizaciones; hoy en día, anualmente y gracias a la participación de nuestros clientes y a la promoción de nuestros colaboradores, apoyamos a más de 250, y así juntos trabajamos en la creación de un impacto colectivo y llegamos cada vez más lejos.

 

Zuly Silerio, Gerente de Desarrollo Sustentable de FEMSA Comercio

Quienes estamos en el ecosistema de la sostenibilidad, compartimos una creencia, sabemos que: “ninguna empresa puede ser exitosa en una comunidad que fracasa”.

 

Para poder contribuir a que esa prosperidad se logre para todos, desde las empresas, independientemente del tamaño y del alcance, es importante que: evaluemos los impactos a lo largo de la cadena de valor; atendamos los riesgos del entorno; orientemos nuestros esfuerzos a resolver retos globales y accionemos de manera local, tal como el caso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; diseñemos estrategias comunitarias de acuerdo a nuestro negocio, apalancándonos en el expertise, activos e infraestructura; tracemos metas y acciones claras; midamos; comuniquemos y principalmente hagamos sinergias con otros actores.

 

Todo esto es un gran reto, pero sin duda es la mejor vía para multiplicar el impacto social.