La pandemia que nos está tocando vivir, no es una situación que pueda resolverse únicamente con responsabilidad personal. Sí, empieza por nosotros mismos, pero tenemos que hacer más. Mauricio Reyes López, Director de Comunicación de FEMSA, comparte sus reflexiones y aprendizajes durante esta época sin precedentes.
A lo largo de la vida, continuamente nos enfrentamos a situaciones complicadas. De algunas de ellas, nuestra fuerza y determinación es lo único que necesitamos para salir adelante. Sin embargo, existen otras que serían imposibles de combatir sin el apoyo de los demás.
En FEMSA, desde 1890, hemos desarrollado una estrategia de negocio que no solo se enfoca en la creación de valor económico, sino que al mismo tiempo opera para hacer una contribución positiva a la sociedad. Nuestro objetivo permanente es ser un ciudadano empresarial responsable.
Es por ello, que siendo testigos de la enorme problemática ocasionada por la llegada del COVID-19 a nuestro país, en FEMSA decidimos honrar y reforzar esa misión que tanto nos enorgullece: generar valor económico y social a través de empresas e instituciones.
Como parte de esta generación de valor social, durante la pandemia hemos trabajado en procurar la salud y seguridad de nuestros colaboradores, identificando a más de 25,000 empleados vulnerables a través de nuestras unidades de negocio, y enviándolos a casa con goce de sueldo. Además, trabajamos por garantizar la cadena de abasto y el apoyo a instituciones y personal de salud, organizaciones públicas y no gubernamentales, y acciones comunitarias hacia la población más vulnerable.
Sabíamos que teníamos mucho que aportar, pero también, que al unirnos con otros actores que buscaban el mismo propósito, podíamos llegar aún más lejos.
Fue así como en marzo de este año, a partir de una serie de conversaciones entre el Tec de Monterrey, BBVA y FEMSA, nace “Juntos por la Salud”; un esfuerzo en el que la iniciativa privada y el Gobierno de México se unen con el objetivo de proteger la salud del personal hospitalario, de las familias y de las fuerzas de seguridad mexicanas, así como la salud de los colaboradores, proveedores, clientes y consumidores de las empresas y organizaciones, en una comunicación abierta y trabajando por el bien común.
Este grupo de trabajo, al que se unieron la FUNSALUD, la UNAM y otras empresas e instituciones multidisciplinarias, ha venido trabajando en diferentes líneas de acción: el apoyo a primeras líneas de defensa, políticas públicas, cubrebocas, pruebas, vacunas y tratamientos, ventiladores y una app de rastreo de contactos.
Por nuestra parte, contribuimos con donaciones de cubrebocas a través de OXXO, de gel antibacterial, pruebas COVID-19, elementos de protección e higiene personal y bebidas a través de Coca-Cola FEMSA. Gracias a Solistica, utilizamos nuestra red de distribución y nuestros camiones para entregar equipos médicos provistos por algunos socios, recaudamos fondos a través de andatti y donamos miles de litros de combustible a las ambulancias de la Cruz Roja, a través de OXXO Gas.
Con estas donaciones, y con la contribución al diseño de políticas públicas, en FEMSA buscamos brindar soluciones a las necesidades de nuestras comunidades, no sólo de México, sino de los demás países en donde estamos presentes.
Es por ello, que a través de SOCOFAR en Chile, donamos alimentos, insumos y medicamentos; con Farmacias Cruz Verde, cubrimos necesidades del personal médico en Colombia, y en el resto de América Latina, gracias a Coca-Cola FEMSA, brindamos elementos de protección y más de un millón de bebidas a la población más vulnerable, profesionales de la salud y policías.
Uno de los proyectos más gratificantes para FEMSA, ha sido nuestra incursión en el diseño y fabricación de equipo médico y sanitario: en tan solo 10 semanas, a través de nuestra empresa Torrey, colaboramos con más de 15 empresas e instituciones como el Tecnológico de Monterrey, METALSA, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, en la creación del ventilador VSZ20-2, equipo 100% mexicano para pacientes COVID-19 en estado crítico, y en PTM, fabricamos caretas de protección para el personal de salud de distintas instituciones.
Sin duda, este 2020 nos trajo grandes retos, pero con ellos, también la oportunidad de re-imaginar el mundo en el que vivimos. Ya sea como empresas o como individuos, este es un buen momento para cuestionarnos todo: ¿qué estamos haciendo?, ¿cómo podemos hacerlo mejor?, ¿qué valor le estamos dando a las cosas?, pero, sobre todo, ¿cómo podemos prepararnos mejor para lo que viene?
Porque la ciencia no miente, y nos advierte que vendrán más crisis, con un impacto igual o quizá mayor.
Si la llegada del COVID-19 generó tal disrupción en nuestra vida cotidiana, en nuestras relaciones, actividades y en el desarrollo humano, en cuestión de pobreza y desigualdad, imaginemos ¿qué podría pasar si la siguiente crisis fuera, como muchos prevén, el cambio climático?
Con los incendios en California y el deshielo del Ártico, lo estamos viendo venir, pero ¿estamos preparados?
En FEMSA ya nos encontramos trabajando en ello, y gracias a todo lo vivido durante este año, estamos más comprometidos que nunca en forjar un futuro de colaboración. Porque si bien la crisis nos ha llevado a tener que superar el límite de nuestras capacidades, también nos ha dejado una valiosa lección de solidaridad humana de la que todos debemos estar orgullosos.
La manera en que nos hemos unido entre individuos, pero también entre industrias, en ocasiones dejando de lado el ego y la competencia, nos llena de esperanza de un futuro colaborativo, prometedor y de nuevas y grandes posibilidades.
Mauricio Reyes López
Director de Comunicación Corporativa FEMSA