Capitalismo Consciente - FEMSA
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Capitalismo Consciente

FEMSA

Por: José Antonio Fernández Carbajal, Presidente Ejecutivo del Consejo de Administración de FEMSA.

 

 

El 17 de septiembre se cumplieron 48 años del cobarde asesinato de un mexicano ejemplar: Don Eugenio Garza Sada. Su filosofía humanista es más vigente que nunca.

 

Los principios de libertad individual, libre emprendimiento, compromiso social y que la dignidad humana está por encima de cualquier otra consideración, son principios que continúan orientándonos e inspirándonos.

 

Además de las dolorosas pérdidas humanas, secuelas físicas y emocionales, el Covid-19 ha causado graves daños a la humanidad en lo social y en lo económico, pues está claro que aumentó la pobreza y que se han ensanchado las brechas de la desigualdad.

 

Por otro lado, el cambio climático nos afecta todos los días. La ONU reporta que los últimos años han sido los más calientes de que se tenga registro, lo que ha traído en consecuencia catástrofes conocidas mundialmente.

 

Existen, además, otros enormes desafíos, como la terrible crisis alimentaria, las migraciones y búsqueda de refugio, las amenazas a la democracia, y todo esto, en medio de una acelerada transformación tecnológica.

 

En ese sentido, propongo proteger, procurar y mejorar tres fundamentos del desarrollo humano y de nuestro sistema de libertades.

 

1.-La democracia: si bien es la forma idónea de convivencia en cualquier ámbito, en realidad ha estado bajo asedio en muchas partes del mundo. Defendamos sus elementos más importantes, que son el Estado de Derecho y las libertades ciudadanas.

 

Tenemos que fortalecer a las agrupaciones de la sociedad civil, medios de comunicación y organizaciones intermedias.

 

La democracia es libertad, tolerancia y pluralismo, es el mejor sistema para resolver pacíficamente conflictos y diferencias, para identificar problemas comunes y atenderlos.

 

También es disentir, si la discusión es anulada por el monólogo que desoye la opinión diferente, se da pie a una peligrosa polarización que divide a las sociedades, confronta a las personas, distingue artificialmente entre “buenos y malos”, propicia la discordia y destruye la confianza, lo cual conlleva el grave debilitamiento de las instituciones.

 

Ante la polarización, convoquemos a la concordia y a la reconciliación. El diálogo es, pues, la única manera de poder avanzar. Tenemos el derecho de expresar nuestros puntos de vista, pero también la obligación de escuchar a los demás para llegar a acuerdos.

 

2.- La meritocracia: revolucionó al mundo porque significaba el rechazo a la vieja idea de la aristocracia, de los privilegios heredados, del nepotismo y del clientelismo. Sostiene que los seres humanos somos individuos libres antes de cualquier cosa y que su posición la sociedad debe depender solamente de la combinación de su talento y su esfuerzo.

 

Pensando en la evolución positiva del Tec, ésta no habría sido posible sin sus alumnos, profesores, investigadores y directivos, que a lo largo de los años han ofrecido resultados medibles.

 

Reconocemos que sin meritocracia esto no habría sucedido, y gracias a ello contribuimos a la mejora de nuestra sociedad, pues nuestros graduados salen al mundo con este importante principio del mérito.

 

Aunque es verdad que en las últimas décadas el sistema meritocrático en el mundo ha sufrido distorsiones y que se han cerrado algunos de los caminos de la movilidad social, aprendamos de esos errores, que por supuesto todos hemos tenido, y cuidemos y engrandezcamos la meritocracia como el mecanismo ideal para que las personas alcancen su plenitud, para impulsar la justicia social y mejorar la economía.

 

3.-El capitalismo: sostiene a la libre empresa como uno de sus principios, el cual supone que las compañías generan valor para sus accionistas. Hoy sabemos con claridad que esto no es suficiente y, por lo tanto, es momento de transitar hacia un Capitalismo Consciente, que genere valor económico, social, cultural e intelectual y reconozca que la creatividad es ilimitada y, por ende, estimularla.

 

Las empresas deben procurar el bienestar de todos quienes están en contacto con ellas, colaboradores, clientes, proveedores, comunidades, todos actuando en favor del planeta.

 

Un gran ejemplo de Capitalismo Consciente es el Tec de Monterrey, fundado por un grupo de empresarios solidarios encabezados por Don Eugenio Garza Sada, que decidieron dar lo mejor de sí mismos, incluyendo capital semilla, para crear una institución sin fines de lucro que contribuyera a la educación.

 

Esta inversión social ha tenido, a lo largo de 78 años, un impacto extraordinario en beneficio del País. Sabemos que la inteligencia y el talento de un individuo se potencian con la educación. Por eso los invito a redoblar esfuerzos, dando oportunidades a quienes tienen la gran capacidad de sobresalir, pero que nacieron sin las condiciones económicas o sociales para poder financiarse. Eso es lo que hace, por ejemplo, nuestro programa Líderes del Mañana.

 

Es obligación de todos nosotros devolverle a la sociedad algo de lo que, gracias a Dios, hemos recibido en la vida.

 

Con este espíritu recordamos hoy a Don Eugenio.

 

Don Eugenio Garza Sada